El fenómeno de la okupación en España representa un desafío creciente para los propietarios de inmuebles. Ante la frustración y desesperación de recuperar una propiedad, algunos deciden tomar medidas por cuenta propia, lo cual suele derivar en errores graves con consecuencias legales, económicas y personales. El desalojo de okupas y el desalojo de inquilinos ilegales son procesos que requieren atención especial, y en muchos casos, la intervención de empresas de desokupación resulta esencial para garantizar un manejo correcto.

A continuación, exploramos los errores más comunes al intentar desalojar okupas por cuenta propia y cómo evitarlos.

Empresa de desalojo de okupas e inquilinos morosos e ilegales en Madrid

1. Uso de la fuerza o intimidación

Uno de los errores más habituales es recurrir a la fuerza o a amenazas para expulsar a los okupas. En España, este tipo de acciones no solo es ilegal, sino que también puede derivar en acusaciones de coacción o incluso agresión. Los okupas están protegidos por la ley en términos de derechos básicos, y cualquier intento violento por parte del propietario puede acabar en sanciones penales.

Por ejemplo, en un caso reciente en Mallorca, un grupo de propietarios intentó expulsar a los okupas con métodos de intimidación. Sin embargo, fueron denunciados y enfrentaron multas importantes. La vía correcta para proceder es siempre a través de los cauces legales establecidos.

2. Cambio de cerraduras o corte de suministros

Intentar forzar la salida de los okupas cortando el agua, la luz o el gas, o cambiando las cerraduras, es un error común que puede considerarse una coacción. Estas acciones, aunque puedan parecer inofensivas, vulneran los derechos de los ocupantes y pueden llevar a que el propietario sea demandado.

Aunque la propiedad sea legítimamente del dueño, cortar los suministros de manera unilateral está prohibido, y las consecuencias legales pueden ser muy severas. Es imprescindible gestionar la situación con asesoría profesional para evitar agravar el problema.

3. Subestimar el conocimiento de los okupas

En muchos casos, los okupas son conocedores de sus derechos y saben cómo aprovechar las lagunas legales para retrasar el desalojo. Entre sus tácticas más comunes está la de introducir a nuevas personas en la vivienda antes del desalojo, complicando el proceso al incluir a individuos no identificados en la orden judicial.

Para prevenir esta situación, es importante contar con un abogado especializado o una empresa de desalojo okupa que pueda anticiparse a estas maniobras. La experiencia de profesionales es clave para sortear las tácticas dilatorias de los okupas.

4. Ignorar las vías legales

Un error frecuente es no seguir el proceso legal adecuado. Para el desalojo de okupas o el desalojo de inquilinos morosos, existen procedimientos específicos que deben respetarse. La Ley de Enjuiciamiento Civil establece los pasos necesarios para proceder, comenzando con la interposición de una demanda judicial.

Saltarse estas etapas puede derivar en la nulidad de cualquier acción realizada, dejando al propietario en una posición aún más vulnerable. Siempre es recomendable acudir a un abogado especializado para garantizar que todo se realice conforme a la ley.

5. No contratar a una empresa de desokupación

Otro error crítico es no recurrir a empresas de desalojo okupa que cuenten con experiencia en el manejo de estos casos. Estas empresas están formadas por profesionales que conocen los entresijos legales y pueden garantizar una solución efectiva y rápida dentro del marco legal.

Además, las empresas de desokupación suelen ofrecer servicios adicionales, como la limpieza y reforma integral de la vivienda tras el desalojo, lo que permite al propietario recuperar su propiedad en las mejores condiciones posibles.

Empresa de desalojo de okupas e inquilinos morosos e ilegales en Madrid

6. No documentar la situación

La falta de pruebas y documentación adecuada puede complicar significativamente el proceso judicial. Muchos propietarios no recopilan fotografías, vídeos, o registros escritos que demuestren la okupación. Esta falta de evidencia puede hacer que el caso se debilite en los tribunales.

Es esencial contar con toda la documentación necesaria para respaldar la demanda de desalojo. Esto incluye actas notariales, contratos de alquiler previos, y cualquier otro elemento que pueda acreditar la ocupación ilegal.

7. Subestimar la duración del proceso

El desalojo de okupas y el desalojo de inquilinos ilegales suelen ser procesos largos y tediosos. Muchos propietarios asumen que podrán resolver la situación en cuestión de días o semanas, cuando en realidad puede extenderse por meses, incluso más de un año.

La paciencia es clave en estos casos, y contar con el respaldo de una empresa de desalojo okupa puede aliviar gran parte del estrés asociado al proceso.

8. No solicitar asesoría profesional

El asesoramiento de abogados especializados y empresas de desokupación es indispensable para enfrentar estos casos. Intentar manejar la situación de manera independiente puede resultar en errores que compliquen aún más el desalojo.

Además, estas empresas suelen ofrecer servicios preventivos, como la instalación de puertas antiokupación y sistemas de alarma, para evitar futuras okupaciones.

9. Desconocimiento de los derechos de los inquilinos

En el caso de los inquilinos ilegales o morosos, es crucial comprender sus derechos antes de tomar cualquier medida. Por ejemplo, intentar desalojarlos sin una orden judicial puede dar lugar a denuncias contra el propietario.

El desalojo de inquilinos morosos sigue un procedimiento diferente al de okupas, y requiere de la asesoría de expertos para evitar errores costosos.

10. Ignorar la posibilidad de mediación

En algunos casos, una mediación con los okupas o inquilinos ilegales puede ser una solución viable para recuperar la propiedad. Esta opción, aunque no siempre es efectiva, puede evitar largos procedimientos judiciales y resolver la situación de manera más rápida.

Conclusión

Desalojar okupas o inquilinos ilegales por cuenta propia es un proceso lleno de riesgos y complicaciones. Los errores comunes, como el uso de la fuerza, la falta de documentación o la ignorancia de las leyes, pueden empeorar la situación y generar consecuencias legales graves para el propietario.

Contar con el respaldo de una empresa de desokupación y de abogados especializados no solo acelera el proceso, sino que también garantiza que se realice dentro del marco legal, protegiendo los intereses del propietario. Si estás enfrentando esta problemática, no dudes en buscar asesoramiento profesional para evitar errores costosos y recuperar tu propiedad de manera efectiva.

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